La bruja:muchos muertos,mucha agua...dígame
¿A usted se le murió alguien en un naufragio?
Yo: no que yo sepa
La bruja: todos dicen lo mismo...escriben, escriben
pero no saben nunca que les pasó
AEROPUERTOS
BAJO EL AGUA
Sobre una mesa
de nerolite un florero
El elefantito y
su billete un cenicero
Odio las rimas y
afuera está lloviendo.
Lloverá en todo
el libro. Prepárense.
Escribo por
primera vez en esta máquina;
una máquina
alemana que ha venido del cielo
todo lo que
toque de ella será en alemán
En alemán la
cascada de balcones, en alemán el río
y en alemán el
gobierno de las horas.
La dentadura del
otoño, su paladar de hojas
la vejez de
saurio, la infancia en la luz resucitada
Alemanes serán
aquellos siete balcones blancos
y los segunderos
malditos que estampan fotos
-folletines,
tangos, venéreas, buenosaires-
empollando aquí
su insomnio, donde parece ser
tarde para todo-
porque en su cabalgar de herrajes
impresionan en
el oído afilado del que lee versos
igual a la
ausencia de medicación correcta
o de aceite con
que encender las lámparas
ya que va siendo
la noche de antesalas
similar a
cristalitos con sus morros de lucernario
En la isla de la
esquina un soldier que fuma azufre
le pide
documentos a un maqui de la resistencia
no sabe ya porqué pelea y solo espera que
amaine
aquí en
Alemania, a la altura del Espinillo.
Entre las
espinas del armado y las armaduras de una pena.
Tranquilo,
tranquilo, me digo, la guerra ha dejado su olor
que solo yo siento entre la teclas y con eso
es suficiente
para no morir ahogado en los Aeropuertos
Submarinos
Yo no soy tan importante, soy un mojado que
ve, nada más.
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